Una de las cosas que más ilusión me hacen son los seguimientos de familias. Es decir, cuando una familia conecta tanto conmigo y con mi trabajo que confía en mí para otros momentos importantes de su vida. Y entonces mi "familia fotográfica" crece
Fue el caso en esta ocasión: bebé que nace semanas después de una sesión de embarazo con muchísima conexión y bajo la lluvia (una de mis sesiones preferidas por la luz que ofrecen los días de lluvia).
En casa, el bebé está más cómodo y tranquilo. No sé si he mencionado ya que todavía no he tenido una sesión donde el bebé pase un rato largo dormido. Quizá sea porque hasta ahora todos han sido bebés de teta a demanda... Sea por el motivo que sea, sinceramente, no me importa en absoluto, sobretodo porque así puedo disfrutar de esas miradas tan despiertas y curiosas como las que nos ofreció esta preciosidad de dos semanas de vida (no llegó a ser recién nacido, fotográficamente hablando, por 4 días).
De nuevo una acogida cálida y una sesión muy fluída por parte de una familia relinda... Sinceramente, no fui capaz de marcharme hasta que no me aprendí cada parte de este bebé de memoria. No sé quién babeaba más, si los padres o yo. Y con Hermana mayor dándolo todo y ofreciendo su mejor sonrisa todo el tiempo, con la naturalidad que le caracteriza... no se podía pedir más. Creo que las familias no son conscientes de cuánto amor me llevo en cada sesión...
Gracias por hacerlo facilísimo y por un rato precioso lleno de ternura y calor familiar.
Vamos a ver algunas de las fotos escogidas por la familia...